miércoles, 5 de agosto de 2015

Santuario ibérico de Torreparedones

Santuario Ibérico (siglo III a.C. al II d.C.): si bien hay hallazgos relacionados con dos templos diferentes la reconstrucción actual corresponde al del último período. Localizado extramuros del asentamiento, en la parte meridional del mismo, se trata de un ejemplo notable de la fusión habida entre la religiosidad indígena y la romana que mantuvo buena parte de las tradiciones locales.
Con clara intencionalidad astronómica su distribución sigue un eje norte-sur repartido en tres niveles a los que los fieles ascendían progresivamente a través de una rampa: primero a un vestíbulo, luego a un patio descubierto y por último a la cella, lugar en el que se situaba la piedra sagrada en la que habitaba la divinidad (una columna de 2,8 m de altura adosada a la pared norte de la misma).
Los devotos acudían al santuario atraídos por los poderes curativos de Tanit (la diosa cartaginesa más importante), venerada por los iberos como diosa madre o de la fertilidad. Tras la romanización fue primero rebautizada con el nombre de Caelestis y luego identificada con Juno, muy popular entre las mujeres romanas bajo la advocación de Juno Lucina, patrona de las embarazadas y de los partos (gran parte de los exvotos hallados en el santuario corresponden a representaciones de mujeres embarazadas).
El pragmatismo religioso ibérico y romano tenía una de sus principales manifestaciones en la ofrenda de exvotos a la divinidad. En este santuario se han hallado unos 350 exvotos que comparten características comunes: figuras antropomorfas de pequeño tamaño (entre 10 y 20 cm), en su mayor parte figuras femeninas y partes del cuerpo, talladas en piedra caliza.

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