domingo, 27 de septiembre de 2015

Torres de Bujalamé

Yacimiento situado en la vega del rio Guadalimar, entre Puente Génave y La Puerta de Segura. Tiene una extensión de 15 hectáreas. Se trata de un oppidum ibérico fortificado, con una continuidad de ocupación que abarca los siglos VI, V y IV, que será abandonado antes de época romana y no volverá a ocuparse hasta la Edad Media.
Entre el material cerámico hallado en superficie abundan las decoraciones geométricas de bandas, círculos concéntrios, aguas, etc., características del Alto Valle del Guadalquivir. Asi mismo, se han encontrado cerámicas de cocina y grises de cocción reductora.

En el Ibérico Pleno ( siglos V y IV), Bujalamé adquiere una gran importancia, como lo demuestra el hecho de alcanzar una extensión de 15 hectáreas, equiparándose a los grandes oppida del Valle del Guadalquivir, como Cástulo. En esos momentos encontramos en su entorno pequeños asentamientos (fortines o torres), caracterizados por un emplazamiento estratégico que les permitía ejercer el control sobre el territorio circundante, como La Carrasquilla, en La Puerta de Segura o el Castillo de Torres de Albanchez. Es difícil establecer el motivo por el que se potencia esta zona en la periferia del consolidado Estado de Cástulo. Pudo deberse a una reacción de la aristocrácia local ante el creciente poder de Cástulo o bien a una estratégia del mismo Cástulo para controlar la vía natural de comunicación entre el Valle del Guadalquivir y el Levante peninsular. De cualquier modo, este esquema de ocupación territorial se mantiene en la sierra durante la época ibérica tardía, para desaparecer ante la llegada de los romanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario