jueves, 14 de septiembre de 2017

Yacimientos de Colmenar Viejo

La Dehesa de Navalvillar, situada al norte del municipio de Colmenar Viejo, cuenta con dos yacimientos visigodos de gran importancia para entender la transición entre el mundo antiguo y medieval en la presierra madrileña.
Se trata de las aldeas de Navalvillar y Navalahija, situadas a escasa distancia y separadas por el arroyo de Tejada. Son dos establecimientos con un hábitat disperso y con un sistema económico basado en la ganadería, la explotación minera y la metalurgia del hierro.
El yacimiento de Navalvillar está orientado preferentemente a la ganadería ovina y a la actividad metalúrgica. Según los expertos data de los siglos VII y VIII d.C., aunque posiblemente fue reutilizado durante la Edad Media (S. XIII). Entre 1981 y 1990 fue objeto de seis excavaciones arqueológicas que dejaron al descubierto tres áreas con diferentes funciones: viviendas, establos y almacenes. Se han documentado numerosos objetos como vasijas, cuchillos e incluso, una moneda omeya de plata, la más antigua del período islámico de la Península.
Las excavaciones en Navalahija son más recientes. Entre 2008 y 2012 se intervino en tres edificios, uno de ellos con una superficie de unos 140 metros cuadrados. Lo más representativo del conjunto es una estructura con diferentes estancias para trabajar el hierro, algo que aporta una valiosa información sobre esta actividad económica.
Ambos enclaves están ubicados en las inmediaciones de la Necrópolis visigoda de Remedios y complementan la información arqueológica e histórica de la organización territorial de esta zona madrileña en la transición de la Antigüedad tardía al Medievo (siglos VII y VIII d.C.).
Los materiales arqueológicos encontrados en las excavaciones arqueológicas, tales como vasijas, elementos pétreos y metálicos, están expuestos en la Casa Museo de la Villa de Colmenar Viejo.

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